Hoy voy a ir cenar con una vieja amiga. La última vez que la vi fue hace como unos seis meses, cuando se despidió de mí para viajar y expandir sus horizontes. Debo admitir que la he extrañado, es muy agradable para conversar y siempre tiene los mejores consejos; a pesar de que se autoproclama como lo más bajo de la “suciedad” (aunque creo que lo considera como algo bueno).
La conocí un día que la sorprendí comiéndose una tostada en la mesa de mi cocina. Por poco la mato, pero esa noche, no sé que sentí, no se si se le quiera llamar compasión o misericordia, pero, decidí no hacerlo. Muy cordialmente me lo agradeció y, me contó como eran constantemente rechazados e incomprendidos los de su clase. Duramos platicando hasta el amanecer. Disfruté tanto de su compañía que la invité a regresar cando quisiera, y lo hizo, una vez por semana. Eventualmente empezamos a hacernos más amigos, salir a cafés, al cine, de compras etc.
Sentado en la mesa del restaurante, un poco impaciente, la veo entrar; una manchita negra en el piso de 2 centímetros con su pasito tan peculiar, sube por una de las patas de la mesa, trepa el mantel y se asienta cómodamente arriba del servilletero.
- ¡Cuqui! (mi amoroso apodo hacia ella) Ya te extrañaba.
- ¡Ay, Neto! ¿Cómo estas? Te ves mas gordo eh, te dejo cinco minutos y te dejas caer, no te creas, te ves muy bien.
- ¡Por favor! Pero, a ver, échamelo, ¿Cómo demonios te fue?
- ¡Excelente! Conocí muchos lugares que ni te imaginas, el basurero detrás de “Alfredo’s” esta de poca, la comida excelente, sin ratas, contenedor nuevo etc. Bueno pero primero lo primero, ¿Qué vamos a comer?
- Ah pues te pedí una tostada, y yo pedí el salmón ahumado.
- Ah excelente, me mata el hambre. Bueno, te diré que conocí a los personajes mas interesantes, todos morían por platicar conmigo, tres me dijeron que me fuera con ellos a vivir al drenaje, pero por favor, sabes que no soy una de esas que pertenecen con la muchedumbre, así que los mande a volar, me rogaron como no tienes una idea…
Ahora recuerdo que en veces tiende a ser algo arrogante, no se porque pero, muchas veces siento que tiene un enorme complejo de inferioridad.
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