La historia que les voy a relatar data de épocas remotas, de castillos y damiselas en peligro y, por su puesto, los Caballeros de brillante armadura que acudían en su rescate. Pero este no es el tipo de historia que habéis escuchado antes. Esta es una denuncia que hago de los antes mencionados Caballeros y sus desconocidos actos que poco tienen de heroicos.

Bien sabido es por todos que los Caballeros solían enfrentar en combate a temibles bestias para salvar a una dama en peligro, proteger un pueblo u otras acciones similares. Pero en realidad son pocas las veces que realmente entablaban combate, en la mayoría de los encuentros usaban viles e intrincadas artimañas para evitar poner en riesgo su caballeresco pellejo. Este relato, bien podríamos ya darle oficialmente el mote de denuncia, trata sobre el juego de Los Tres Elementos y las victorias que los Caballeros obtuvieron utilizándolo.

Una raza entera de criaturas fue borrada de nuestro mundo por culpa del juego de Los Tres Elementos. No murieron, sino que fueron forzadas a volver a su mundo aunque les gustaba mucho más el nuestro. Eran criaturas realmente enormes y de aspecto feroz y un corazón que muchas veces contrastaba con su aspecto. El juego era su vicio. Aunque conocido por muy pocos, los Caballeros se aprovecharon cobardemente de esta debilidad. Las criaturas a las que refiere esta historia eran capaces de apostar cualquier cosa en un juego, incluso su permanencia en nuestro mundo, si eran tentadas apropiadamente.

Esta fue su perdición. Fueron inducidas por valientes Caballeros a poner en juego su permanencia en nuestro mundo enfrentándose en un juego. Así, y muy a su pesar, fueron regresando a su mundo una por una. La última partió hace ya incontables años, y es por eso que hoy en día no puedes ver uno en ninguna parte de nuestro mundo. Si uno pudiera cerrar los ojos y trasladarse imaginariamente a aquella época, oiría el grito de batalla “piedra, papel o tijera” con el que anticipaban cada ronda del juego. Casualmente ese es el nombre con el que se conoce el juego en nuestros días. Yo siempre dije que los humanos eran mucho mas afortunados en el juego que los dragones.