Cuando salgo de casa es la hora en la que las calles aun no se han puesto y encima estos días esta haciendo un frio al que no estamos acostumbrados en este pueblo, pero no queda otro remedio.

Me quedo parada en la puerta un segundo como para darme ánimos, entonces me doy cuenta que en la esquina alguien me observa, no hago caso pues esta un poquillo lejos de mi y me dirijo al coche sintiendo una mirada en mi espalda, pienso que estará esperando a alguien y me marcho sin pensar mas en ello.

Al día siguiente vuelve de nuevo a estar en la misma esquina, con el frio que hace y allí parado, hay que tener humor para estar así a la intemperie en lugar de estar resguardado en el portal de al lado o algo, aunque noto de nuevo la mirada me voy rápidamente al coche sin darle importancia ni ponerme nerviosa.

Hoy llueve, bueno no llueve, diluvia y hay esta en la esquina otra vez. Me gustaría poder entrar un día un poco mas tarde a ver si aun sigue y también tengo curiosidad por saber desde que hora esta, pero claro no es cuestión de levantarse antes con la perrería que da a esas horas.

Ya han pasado muchos días, tantos que ya no llevo la cuenta. No hace tanto frio por las mañanas y el día esta más claro porque nos estamos acercando al buen tiempo .Cuando salgo veo que no esta, me quedo parada por un segundo me había acostumbrado a verlo y parece que falte algo hasta que me giro y lo veo en la otra esquina contraria de la calle, esta queda bastante mas cerca de mi.

Tengo el coche muy cerca, cuando veo que esta dando unos pasos para acercarse, me apresuro a llegar saliendo dispara dejándolo allí solo.

Al día siguiente salgo de casa mirando despacio como para que no me vea si es que esta , pero si me ve y además esta bastante mas cerca que ayer. Esto es demasiado, llevaba ya como tres meses sin moverse del sitio y de repente parece que va rapidito, a este paso mañana lo tengo en la misma puerta y no es que me de miedo pero joer un poco de respeto si me da.

Llega el momento de salir hoy, y tal como me suponía esta en mi misma puerta, nuestras miradas se cruzan, la de el en la calle, la mía a través del cristal de la puerta. No parece que sea peligroso ni nada parecido pero como que me impone un poco. Me decido a salir despacio quedando parada frente a el, noto que se acerca y me roza el pantalón, no se que hacer si decirle algo o irme directamente. Me esta olisqueando las manos cosa que me da un poco de repelus .
Voy para el coche, el me sigue, me giro y le digo que donde va pero no me contesta, le vuelvo a decir que se quede quieto pero nada, no me dice ni pio, ahora se escucha una voz que grita “Roqui” “Roqui” y es que hay que tener humor para sacar a pasear el perro a esas horas de la mañana, aunque pensándolo bien da un poco de miedo imaginarse al enorme Dogo Alemán paseando tranquilamente y sin correa a otras horas…