EL PROYECTO GENESIS
Habían pasado veinticuatro semanas de un viaje intenso, el riesgo de perder la comunicación quedó atrás. La lejanía de la estación de control había ocasionado una serie de cambios que le permitían sentirse mas seguro en aquella diminuta cápsula. Aún le quedaban millones de kilómetros que recorrer antes de llegar al Planeta Tierra. Sentía su cuerpo flotando en aquel liquido transparente que en cierta medida le permitía moverse con facilidad y lo exceptuaba de la atracción de gravedad, no importaba en que posición se encontrase su nave nodriza, en la pequeña nave en la cual viajaba siempre estaba en perspectiva de administrar los controles a su voluntad, La distancia después de este tiempo establecían condiciones optimas de monitoreo que admitían perfeccionar la comunicación, para manifestar su poder golpeó con fuerza el piso de esa pequeña nave y obtuvo comunicación expedita con la jefa de operaciones y transporte, la pequeña nave estaba rodeada de un sistema de defensa altamente sofisticado de tal forma, que al mínimo roce hacia saltar la alarma en la central de la misión -¿Qué necesita ? Contestó de inmediato la jefa de operaciones con voz tierna y cariñosa.
El requería de ese nivel de trato, se lo merecía por derecho natural y no podían presentarse dudas a su pedido, no había solicitado ser voluntario en ese delicado proyecto, había sido adjudicado al azar y debía cumplirlo lo mejor posible, su poder. Durante el proceso se asimilaba a las dotes de aquellos gobernantes monárquicos por derecho divino. No cualquiera estaría solo en una misión de tanto tiempo y alto riesgo.
-“Necesito cambiar a posición espacial en 45 grados”, fue el mensaje codificado que envió, ya que aún no estaba activa la plataforma de voz.
La nave nodriza modificó rápidamente su ubicación sideral hasta conseguir la solicitada posición, era una maniobra fina así que debía hacerse con máxima precaución para no perjudicar la inclinación del nauta, todo debía hacerse con mucha precisión, especialmente las primeras veces, ya que no existían ejercicios previos en este tipo de misiones especialmente por las grandes y extensas variables en juego, aunque con el tiempo siempre existían ajustes, la naves futuras variaban en sus modelos.
El nauta se movía con cautela en esa atmósfera, lentamente movía sus brazos y piernas para lograr desplazarse unos cuantos centímetros. Logró ajustar su pequeña nave y regresó a su posición para comer algo. Las primeras semanas habían sido de formación y definición de planes y rutas, este periodo comparativamente significaba miles de años de evolución respecto de los creadores del proyecto y estaba agotado y con hambre. En el espacio donde se encontraba, los alimentos venían preparados y envasados y solo tomaba lo que se le había programado.
Luego trató de descansar, el viaje al cual había sido seleccionado era muy largo y el descanso lo mantenía fuerte para hacer frente a la parte final de la misión la cual era la fase más peligrosa y todos los procedimientos establecidos debían ejecutarse una sola vez, no existían otras alternativas.
La nave nodriza siguió su trayectoria sin mayores cambios más que aquel de cargar el máximo de combustible y verificar frecuentemente la ruta, el estado del nauta y los cambios de posición del nauta en la pequeña nave.
Cuando la cápsula tripulada se encontraba en la curva de la semana veinte y seis del viaje, los controles de comunicación visual se alertaron activando nivel de peligro amarillo y debieron redactar el informe del estado del nauta que había cambiado de posición sin avisar, de esta forma, desde la central lograron rescatar todos sus signos vitales para que en la nave nodriza registraran los datos y evaluaran todas las variables y ver si aparecían necesidades especificas para seguir el viaje sin problemas. Del otro lado de la pantalla se sienten signos de alegría y comentan buenas noticias junto a la jefa de operaciones de la nave nodriza, la cual está más feliz que al comienzo, a pesar de distintos trastornos padecidos a causa de la atención permanente en el proyecto, muchas veces estuvo al borde del desmayo por cansancio, estaba tensa pero trataba de controlarse, para su tranquilidad tenía la supervisión del científico de la misión. Es un viaje difícil comenta y para el cual tanto el diseñador que era el causante de haber puesto la firma de comenzar el proyecto, así como ella se han preparado toda su vida para que esta misión tenga éxito. A la vez que el equipo de científicos y creadores del proyecto en cuestión festejan con una sonrisa este avance.
La nave nodriza continúa día a día con sus operaciones normales sin descuidar el contacto con la pequeña nave tripulada y atenta a sus necesidades. Aparecen de improviso señales de alarma de que la cápsula de la pequeña nave puede separarse de la nave nodriza por problemas de interferencia activando nivel rojo de peligro. La computadora de la central registra la situación de que nave nodriza ha tropezado con algunos obstáculos en su ruta diaria y ha ocasionado un cambio sustantivo de la pequeña nave en su ruta espacial y por eso se ha producido la emergencia.
-“¿Qué ha sucedido? Pregunta el científico del proyecto
-“No lo sé, contesta la jefe de operaciones de la nave nodriza”, la cápsula ha cambiado de posición y he perdido contacto con el nauta.
-“Apliquen ajuste electrónico de 10 grados”, señala el científico
-“Active la pantalla para ver en que posición está ahora”, reitera.
-“jefa, por favor sitúese en posición lateral para sincronizar con la pequeña nave”
-“De acuerdo”, responde ella.
-“Muévase con cuidado”-, ¡Ajusten no queremos perderlo!
El jefe de la misión el y grupo de trabajo, rápidamente ejecutan todas las actividades posibles para que la nave y la pequeña nave vuelvan a sintonizar en un ciento por ciento. Un operación delicada pero necesaria, finalmente logran estabilizar el sistema nodriza-pequeña nave quedando en equilibrio para beneficio del nauta.
-“Bien, lo hemos logrado, puede descansar jefa” y -“apaguen el monitor”-, ¡Ya lo recuperamos!
“Mantenga la nave nodriza en línea, estamos cerca de la culminación del viaje”, señaló el jefe de la misión.
Ha pasado el tiempo y las horas van mostrando el acercamiento de la pequeña nave a la nave nodriza acercándose el tiempo de sincronización total para que las puertas de la nave nodriza dejen pasar la cápsula con el nauta y descienda sin dificultades.
El equipo de científicos esta preparado y un equipo de observadores hacen sus anotaciones en el segundo piso de la sala central de operaciones. Es una experiencia que deberán presenciarla de nuevo dentro de poco tiempo.
Se comienzan a producir una serie de perturbaciones en la medida que la pequeña nave se acerca a la puerta principal de la nave nodriza, con maestría y con asesoría la jefe de operaciones conduce el proceso hacia una llegada exitosa. De todas maneras el equipo se prepara para un plan B, en caso necesario.
Todos lo presentes y el equipo se ponen de pie al ver que con éxito que está apareciendo fuera del monitor, los elementos de la pequeña nave y sonríen nerviosamente cuando el nauta de la pequeña nave empieza a emerger fuera de la cápsula, el tiempo se refleja en su cuerpo y debe ser inmediatamente higienizado con un liquido especial de manera de proteger su integridad y se ambiente a esta nueva atmósfera. El cambio de espacio lo afecta, así como la pérdida de calor requiere que la jefa lo cobije en su pecho materno, el jefe del grupo a cargo, toma el cordón de comunicaciones que unía al nauta con la pequeña nave, ya sin energía lo corta aplicando el procedimiento principal. Al escuchar los primeros suspiros del nauta ya fuera de la nave nodriza, se desata el júbilo y la emoción de todo el equipo. El jefe de la misión visiblemente emocionado hace las declaraciones e indicaciones finales. El proyecto ha sido un éxito, el viaje ha durado exactamente treinta y nueve semanas de acuerdo a lo previsto, el peso, tamaño y el estado de salud del nauta ahora convertido en niño está de acuerdo a los estándares y debemos felicitar a sus padres. Los progenitores no caben en ellos de felicidad, el arduo y esforzado trabajo de la jefa ha tenido su recompensa, el padre se acerca y la besa cariñosamente en la frente y deciden bautizar a aquel hermoso niño con el nombre del jefe de la misión.
FIN
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