Hacia mucho calor, de ese que hasta las lagartijas se refugian para no quemarse con una piedra aunque esta esté a la sombra, un día común ... como cualquier otro en el verano abrazador de Las Vegas, lejos del aire acondicionado del casino.
Tenia una hora de descanso, quería pasarla afuera, lejos de los ruidos de las máquinas traga monedas, lejos de las luces, que enceguecen, lejos del show, lejos de los enojos de los que van perdiendo todo, sin el oxigeno que ponen en los sistemas de aire acondicionado para que la gente no se duerma, no se canse, siga jugando ...
Necesitaba estar afuera, no en Las Vegas ...
En el desierto de Mohave, donde se ven esas montañas azules y grises, con algunas piedras rojas que nos recuerdan que no está muy lejos el Cañón del Colorado, donde los indios le rezaban a sus dioses, los mismos que pensaban que esas tierras rojas tienen un poder místico, capaz de desarrollar nuestras habilidades espirituales, Chacra Crística de la ascensión del planeta por diversas trayectorias, imponente, grandioso y místico, y ahí ... tan cerca ... y tan lejos a la vez ...
Que ese viento caliente y seco me sacara ese olor penetrante del casino, necesitaba estar afuera ... quizás los vientos ese día soplaran desde el Cañón del Colorado ...
Necesitaba estar en el desierto ...
Entretenerme con una lagartija, mirar como con rápidos movimientos escapa de ese rayo de sol del que sabe que si la encandila y permanece bajo su dominio la convertirá en arena, será una partícula mas del desierto de Mohave, sin vida, solo arena gris ...
Lo vi cuando comenzó mi turno, ponía una y otra vez dinero en esa máquina en forma compulsiva, pedía otro trago a la chica que atendía la sección, parecía que el cuerpo le dolía porque se lo veía moverse como incomodo en esa silla, su columna vertebral estaba visiblemente afectada, parecía desde la raíz, me miró como desconfiado, se dió cuenta que lo vi.
Varias veces fue hasta la máquina que está en los pasillos, la única de ahí que seguro da dinero, la del banco, vi cuando abollo el recibo que le entrego esa máquina la última vez y lo tiró bruscamente al piso.
Volvió a la maquina en la que había estado jugando ya por tantas horas, puso los últimos billetes que la del banco le había dado, encandilado por las luces del casino seguía ahí sentado ... hasta que al fin ... vi como se paró, dio unos pocos pasos y cayo desplomado.
Fue rápido que lo sacaron, cuantos menos lo vieran mejor, ... ahí van a ganar, ... lo sacaron, sin taparlo totalmente, ... no se ve bien.
Ahora es mi descanso, salí, ... necesitaba estar afuera, ... no en Las Vegas ...
En el desierto de Mohave ... cerca del Cañón del Colorado ...
Mirar como una pequeña lagartija se protege de esa luz estridente, que no se encandila con su brillo. Se quedó mirándome, así como de reojo, desconfiada ... es un reptil ... ella sabe que aunque este en el desierto, esta en Las Vegas ...
... Y yo ... necesitaba estar afuera ...
Leelo con música
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