MI CREDO
Creo en la dignidad del trabajo, sea manual o intelectual, que el mundo no esta obligado a darle a nadie un medio de subsistencia, pero si debe proporcionarle a todos una oportunidad de ganársela.
Creo en la suprema valía del individuo y en su derecho a vivir, a ser libre y a labrarse su propia felicidad.
Creo en la santidad de toda promesa, en que la palabra del hombre debe valer tanto como su mejor garantía material, en que el carácter, no la riqueza, ni el poder, ni la posición social es de un supremo valor.
Creo que todo derecho implica una responsabilidad, toda oportunidad una obligación y toda posesión un deber.
Creo que la verdad y la justicia son los fundamentos de todo orden social perdurable.
Creo que la ley fue hecha para el hombre y no el hombre para la ley, en que el gobierno es el servidor del pueblo y no su amo.
Creo que el ahorro es esencial para una vida bien ordenada y de la economía en el gasto, trátese del gobierno, de los negocios o del individuo.
Creo que es deber de todos prestar servicios útiles a la comunidad humana, y que solo el fuego purificador del sacrificio consume la escoria del egoísmo y pone en libertad la grandeza del espíritu.
Creo en un Dios todo sabiduría y amor, sea cual fuere el nombre que se le dé, y que en los más grandes éxitos, la más acendrada dicha y la más vasta utilidad se encuentra viviendo en armonía con su divina voluntad.
Creo que el amor es lo más grandioso que hay en el mundo, en que él por su propia virtud, puede vencer al odio, en que el derecho puede predominar y predominara sobre la fuerza.
|