Maldito trabajo de último hora... en la mañana todo tranquilo para que a  
última hora tener que entregar todo lo que se pudo hacer durante  
el tiempo muerto... Ya que, así es esto de la consultoría. 
 
Bueno, de regreso a Buenavista, después de salir tarde irme parado hasta 
Impulsora, no gracias, tal vez tenga suerte y el mismo vagón se pase a la 
otra dirección. 
 
Mmm... no, a bajarse y pagar de nuevo boleto (bueno, mínimo trabajo y no me 
pesan dos pesos más que además ya pagué de antemano). ¿Por qué se le ocurrirá 
a esta señora vender mini pan en este cruce? Si apesta a rayos por aquí; siempre 
quise saber de donde provenía ese olor mmm.... no, prefiero no saberlo, hay  
ciertas cosas que es mejor ignorar. 
 
Que práctica es esta cosa de plástico, me evito de tener que ser tacleado por 
el torniquete si es que no pasa un boleto. Caminaré hasta los primeros vagones, 
tal vez hoy tenga suerte (sí, claro, suerte yo...). 
 
Vaya!, parece que he tenido algo de suerte hoy!; no es la suerte que espero 
siempre pero tenía tiempo sin encuentro así, sin tener esa sensación de 
embriaguez... 
 
No!, no! Maldición, ¡¿A quién se le ocurre interponerse?! Bueno, pido 
demasiado, cualquiera es libre de pararse en donde sea pero, insisto, ¡¿Por 
qué ahí?! Ya decía yo que era demasiado bueno como para durar por mucho tiempo. 
 
Y ahora me llueve encima... bueno, bueno, son sólo unas gotas de lluvia.  
Pensándolo bien, creo que es bastante agradable sentir la piel fresca un rato 
después de tanto humo y traer traje todo el día. Ojalá a nadie se le ocurra 
cerrar la ventana; eso me recuerda que Erika tenía razón, presentía que éste 
frío anunciaba estas lluvias... 
 
No me he quedado dormido (como suelo hacerlo) y por obvias razones,  
esta demás agregar. ¿Por qué me habrá causado tal fascinación? ¿Será, acaso, 
ese mar de cabellos? ¿O, tal vez, esos ojos que se esconden atrás de un par 
de marcos blancos? 
 
Sólo a una estación y sigue la misma barrera de enfrente que decidió erigirse 
justo ahí... Al menos, empezó a disiparse ese gusto de embriaguez. 
 
Bueno, es hora de bajar, quisiera seguir... ¿Dónde bajarás, musa efímera?.  
¡Vaya mi suerte!, ¡También aquí! Tranquilo, tranquilo o se hará evidente mi 
azoro. 
 
Creo que ha sido demasiado, pediría demasiado si espero que de vuelta en...  
¿Qué pequeño puede ser el mundo a veces? Quisiera que casi siempre fuera así... 
 
Sí, ya decía que era demasiado, has subido en el transporte y en el último 
asiento disponible ¿Acaso no pudiste tener un poco de compasión? Mínimo 
cruzar una mirada por un instante. 
 
Qué tarde es, espero que el siguiente transporte se llené rápido para llegar 
pronto a casa. 
 
¡Que pronto se ha llenado! de que me sorprendo... es hora pico... Tal vez la 
puedo alcanzar a ver de nuevo... 
 
Creo que a final de cuentas se ha acabado este encuentro unilateral... ¡Sí, ahí 
va! Que nadie baje por favor... ¡Bien!, ha bajado alguien enfrente, espero  
verla por última vez... 
 
No ha bajado y ya hemos pasado enfrente... Ahora sí, no queda más... ¡Genial!, 
tal vez ese tope nos de tiempo de que nos alcanze... 
 
¿Acaso lo habrás planeado? Justo el lugar exacto... ¡Cuánta distancia pueden 
significar un par de cristales! Gracias por el efímero encuentro, aunque  
jamás te hayas dado cuenta siquiera... Tal vez y algún día mi camino se cruce 
en tus pasos, sólo y tal vez... ¡Bendita lluvia! ¡Béndita tu fragancia terrenal!  |