Postrando los pies sobre una enorme roca,seguidos por esas delicadas y cortas piernitas, levantano los brazoz sin temor a caer, sintiendo el viento que hacia revlotear los cabellos cafes chocolatoso con chispas de colores, los parpados cerrados no necesitaban ver, aquel instante de falasia real decia que todo era seguro, las nubes elevarian el alma que sin preocupaciones moraba sobre esa faz, no necesitaba nada más, aquello era tan perfecto como el sol que salia cada mañana e iluminaba la desembocadura del rio que corria debajo de ella, el tiempo se paró, no queria volver...