Me quemas
con la promesa de una llama
que apenas podría quemar
el papel que sostiene estos versos...
Y sin embargo a mí
sí me hace daño
ese fuego que se escapa
de debajo de tus ropas.
El que nace en tu vientre volcánico
y esculpe tu cuerpo
de lava y ceniza…
Brasas contenidas
limitadas por tu piel
a veces erupcionan…
hacen arder el aire
queman el espacio
que nos separa.
Y sólo pueden apagarse
con la promesa de otra llama
Texto agregado el 12-01-2009, y leído por 152
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