“Muerte amenazadora, muerte desesperada, muerte presente. No me tomes aún. Escapa a mi vida y llévate otra. No me arrastres ahora que se para que vivir.

Ahora que puedo amar y ser amado, soñar y ser soñado, añorar y poder cumplir. Gritar y ser oído y acudir al oír gritar.

Déjame ahora que siento el frío en la nieve, la frescura en el agua, la calidez en la arena y el calor en el fuego.

Abandóname aquí, que he aprendido a vivir. Abandóname ahora que puedo vivir. Pero abandóname ahora que quiero vivir.

Olvida mi rostro, mi amor, mi alma y mi pasión. Olvida mi tristeza pues ya es alegría, olvida mi dolor pues ya es amor. Olvida mi desesperación pues ya es esperanza.

Ahora lo entiendo, no puedo evitarte. No puedo escaparme. No puedo esconderme. El fin ha llegado y ahora puedo comprenderlo. Ahora puedo aceptarlo.

Por esa razón. Llévate mi vida, llévate mi alma, mi cuerpo, mi vista, y todos mis sentidos. Llévate la vida que forjé, el alma que eduqué y el cuerpo que maltraté. Pero no te lleves mis recuerdos, lo evitaré. Y si eso no lograse cuando menos no podrás llevarte mi felicidad pues aunque me lleves, aunque muera seré feliz sabiendo que pude amar.”


Solo Viajero