El chofer del colectivo, había cambiado el rumbo del trayecto habitual. Los pasajeros transpiraban. El autobús se dirigía hacia el rió. Gritos y llantos. A treinta metros de la barranca, uno de los pasajeros se levanta de su asiento. Toca el timbre. El chofer frena el colectivo y abre la puerta trasera. El hombre desciende. Los demás pasajeros callan. Están atónitos. El chofer cierra la puerta y prosigue su rumbo.
Todos, menos el hombre que descendió, mueren ahogados.
fin.
Texto agregado el 11-01-2009, y leído por 144
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