En el espacio de los días sin nombre llegas a entregarme los vientos celestes para que den movimiento a los versos inventados al filo del vacío. Las horas de los días sin nombre pasan por las cumbres del olvido en las que las nubes son el calor de la ausencia.
Texto agregado el 10-01-2009, y leído por 978 visitantes. (4 votos)