El hombre recostado en sus almohadones dejaba escapar de su boca su pesado aliento. Las paredes decoradas con aquel cuadro de animal gallardo corriendo, le recordaban su infancia libre sin miedos.
Por la ventana del piso diecinueve, veia el ocaso del dia y una fina y compasiva llovizna que desmelenaba unas nubes grises y bajas. Sus ensoñaciones no tenian limite, sus ideas vagabundeaban sin cesar, acaso tenia remordimientos por lo que acababa de ocurrirle con aquella mujer. Su figura escueta, desdichada, con su paraguas negro, de sonrisa frágil, le dieron la idea de alguien acostumbrada a complacer;
-no tengo donde ir-
- me echaron del trabajo- dijo que era modelo y posaba para pintores (artísticos) escucho
No le creyó pero su mirada lo delató,la despreciaba.
El circulaba con su audi, ella le hablo en el semaforo de la calle Oro.
Estaban en las alturas, mas cerca de las nubes que de la tierra, aunque los problemas mundanos alli tambien acicatearan. El departamento lo habia heredado de sus padres, como asi los dos autos estacionados en el garage. Su movilidad estaba asegurada y además un seleto circulo de amistades adineradas con contactos interesantres para cualquiera que quiera progresar.
Ella lo miraba como a un intruso, capaz de socavar su intimidad. Estoy sola y mojada- escucho que dijo.
La ropa dela mujer denotaba vulgaridad y aquella pretensión de venir con su paraguas negro a mojar su moquette gris perla.
Apenas la mirada, para no denotar gesto nauseabundo. Ella trataba de disimular su desprolijidad como podía, pero su estado calamitoso no tenía arreglo. Miraba a su alrededor sorpendida. Luego de todo, ella vió que arrojaba una camisa a la alfombra. Corrió al lugar y se la puso tiritando. Antes deletreo apenas la marca p i e r r e c a r d i n . Era larga yle llegaba hasta mas allá del pubis.
El silencio cortaba el aire como una espada. El fue a bañarse con sus sales de baño preferidas y a gozar de un relajante hidromasaje. Se llevó su bata color crema preferida. Al salir se desparramó en su sillón preferido y se quedó dormido con el equipo de música encendido.
A la mañana siguiente, distraídamente mientras sacaba el auto del garage, escucho la conversación del portero con un copropietario - si - .,la encontraron en la calle, tirada sobre el pavimento, con solo una camisa de hombre puesta, y un paraguas negro a su lado.