Cada noche me acuesto o dormir. Cierro los ojos y te percibo.
Puedo sentir el aroma de tu aliento y el perfume de tu cuerpo.
Tu piel acaricia suavemente la mía sintiendo tu ternura y tu amor.
Escucho tu respiración entrecortada cada vez más fuerte en la medida que tu boca se acerca a la mía; mientras te esfuerzas por contener la agitación que te envuelve.
Estiro mi brazo, completamente extendido, intentando encontrar tu cuerpo. Es entonces que abro mis ojos y descubro que el sol brilla por la ventana. Nadie se encuentra a mi lado y comprendo que todo fue un sueño.
Y cada noche me acuesto a dormir con la esperanza de soñar una vez más con tu recuerdo.
Solo Viajero
Texto agregado el 09-01-2009, y leído por 95
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