bebí toda mi vida...
sabía dulce y fresca
había tanta gente a mi lado
todos miraban el milagro
con bocas sedientas de tanta bondad...
seguí bebiendo el resto de todo
cuando el dolor dijo presente
salí para siempre de la eterna ternura
y supe por siempre
que llorar era el saldo de toda respuesta...
brazos y voces fregaron el piso del cielo
siguió el fuego del mundo...
sabía dulce mi vida
cuando el dolor y la muerte
gritaron: ¡presente!
Texto agregado el 09-01-2009, y leído por 206
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
11-01-2009
La muerte no nos permite beber a algunos.
5* jugama
10-01-2009
Que triste... pero todo siempre mejora.. :) soledad_adquirida
09-01-2009
Golpe certero el del dolor y la muerte, te hace olvidar lo vivido y te cierra
las ventanas a la vida, vuelve a la ternura , vuelve al amor y la dulzura te la devoverá intacta y más sabia...=D mis cariños dulcequimera
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