Me río sola. Ya no sé si estoy loca o enamorada. O loca de amor, tocada, chiflada a estas alturas. ¿Es tan mala la locura? Yo creo que no. Yo creo que todos estamos locos y no nos damos cuenta. Mi locura es hermosa, me hace feliz, le sonrío al viento, a las voces de mi cabeza, me río de puro amor, porque mi corazón rebosa de cariño, mis ojos lloran de alegría de tan sólo poder sentirme así, aunque siga sola, y aunque esté tan lejos. En verdad estoy loca, y a mucha honra, quienes se dicen cuerdos suelen ser a menudo los más desquiciados. Infelices y desquiciados, porque no aceptan que se pueden reír sin estar con nadie, que pueden amar aunque estén solos, que pueden admirar al mundo entero, incluso aquello que algunos llaman horrible, que salvar a un ave es salvar una vida, que un bosque de árboles frutales también es un buffet. Hay quienes no descubren la simpleza de las cosas, los mismos que no son felices, porque no se ríen solos, porque no están llenos de amor. Estoy enamorada de un hombre, que acentúa mi amor a la vida, y estoy loca de amor, tocada, chiflada a estas alturas. |