Tantas palabras que ya te he dicho, todos mis sentimientos te los exprese con palabras, mis palabras no eran promesas vanas o sin sentido, no, eran con amor que yo te decía que para mi eras mi vida que eras mi mundo.

Sí por mi hubiera sido, que el tiempo hubiera muerto, que la luna se detuviera y me permitiera decirte mis sinceras palabras, mis puros sentimientos y luego con lagrimas de amor habernos hundido en un futuro incierto pero, en una historia tan bella como el cielo que pinte para ti.

La luna es nuestro testigo, ella si puede dar testimonio de nosotros, de las palabras o de aunque sea de los abrazos cálidos que solo tu sabías darme, no se cuantas veces te dije de mi amor, solo recuerdo darle motivos a las estrellas de mi cariño o de pasar noches pindiendole a los angeles de cuidar a mi bello tesoro.

No se, sí tal vez en ti quedó algo de esas bellas tardes y noches que tan solo nos mirabamos allí abrazados con cariño brillando en los ojos y unas pequeñas lagrimas de alegría y de ilusión y ¿por qué te digo esto?, porque se que para ti ya no quedó nada, ya no quedó mas amor, tan solo dejaste que tu corazón fuera vendido a la ruleta rusa que a veces jugamos y sin saber el resultado el disparó entró en mi vida y me sacó de tu mundo o mas bien, a ti del mío.

Ahora, solo con mi frente en alto esperó la tormenta con el temor que me dejó tu amor para saltar, para lanzarme y vivir el riesgo y si he de morir, que muera mi pasado, que muera el llanto, que mueran las ilusiones y esperanzas de estar junto a ti una vez mas.

Mis sinceras palabras han sido estas, no te deseo el mal, te deseo encontrar el futuro que entre los dos nunca pudo existir y ¿por mi?, por mi no te preocupes, sí de tu vida debo desaparecer o sí de ti me debo olvidar así será, así que siga la vida no seré yo quién para impedir nuestro furtivo destino.