UN sendero por recorrer, pisadas de oso, flores amarillas en el arcén...Uñas pintadas, cabeza alta, el sonido de los tacones a lo lejos...
Al fondo de él, un mesa con remates griegos y corintios en sus piernas, una mano helada de caramelo y un papel sobre la mesa, escrito con pintalabios un teléfono, un pasaje a la felicidad, un billete de tren a la bonanza, y un pañuelo blanco en la estación...manchado de sangre, de dolor.
UN sendero por recorrer, tristeza en las nubes, llueve, todo gris en el puerto...Barro en mis pies descalzos, un pelo desordenado, unas cejas sin depilar...
Al fondo de él, una silla de mimbre, cálida la chaqueta lila en su espalda cuelga, en el diminuto bolsillo una nota azul, escrito a pluma un poema, en ella pegada con cera, una margarita blanca... que dice gracias, vacía de pasión, de amor.
UN sendero que recorrer para entender que las cosas nunca son lo que parecen, un sendero por recorrer para entender que lo que importa no es el final sino el camino.
(Oh! vaya se me olvido tu regalo de aniversario... te sirve una margarita virgen y este poema?)
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