| ¿Que hacía aquella hermosa mujer de labios rojos?.Dirigiéndose decididamente hacia donde yo estaba, esas caderas intentando salir de la delgada y negra tela del vestido, avanzando felínamente, dejando a su paso un rastro de miradas idiotizadas, niebla azulada, humo espeso de cigarrillos que se aparta respetuoso al paso de aquellas curvas y las multiplica aleatoriamente en el espacio.
 Era evidente que venía hacia mi, debía ser un error, un sueño, quedé petrificado parpadeando nerviosamente a lo 'Huges Grant', ella me sonrió, mostrando unos dientes blancos perfectos, su rostro se despojó de toda dureza y se tornó agradable.
 Acercó su rostro franqueando el límite razonable de lo correcto, adentrándose en los límites de la complicidad, pude aspirar su perfume ......
 -¡ Hola !
 -Ho-ho-ho-la. Conseguí tartamudear.
 -Verás, me llamo Marlene, querría que hicieras algo por mí.
 -Quiero que me dejes besarte.
 -¿Ehh?
 Hace unos meses, tuve una novia a la que extrañamente empezaron a salirle granos y a engordar más de lo que pudiéramos considerar normal, ella dijo que era por que mis labios sabían a cacao del bueno....
 No hay nada como, antes de besar ingerir una buena pastilla de chocolate y dejar que los rumores sigan su curso.
 |