Esto no es lo que parece, aunque podría parecerse a un cuento. Los cuentos siempre se parecen a la realidad o la realidad a los cuentos. Pero esto no es lo que voy a contar. Lo que quiero es hacer algo con este tiempo en que espero, en que desespero. Los días aquí son mas largos, o la vida es mas corta, o simplemente no puedo hablar de otra cosa. Ni escribir de otra cosa. Por eso tengo que contarlo, es tiempo de sacarlo, de que me desahogue, o me ahogue en los recuerdos. Pero es tiempo de que lo sepas. La noche en que nos despedimos, era como cualquier noche, parecía cualquier noche, pero en mi mente estabas tu (aunque eso ya había pasado otras muchas noches) sin embargo en esa, no estabas igual, no eras tu, era la imagen de ti en brazos de el. Así que cuando llegaste, y me viste tendido en el suelo, con la camisa abierta, dejando ver el corazón a ratos, en realidad no estaba borracho, ni drogado, estaba pensando en ti, bueno no en ti, en la imagen de ti en brazos de el. Esa imagen me persiguió todo el día, hasta esa noche que llegaste para despedirte, para inventarme que te ibas sola, que no era un adiós, que volverías. Pero mientras hablabas yo solo te veía, bueno no a ti, a la imagen de ti en brazos de el. Así que tuve que fingir estar de acuerdo,esta bien, vete.Te dije a media voz mientras llorabas, mientras cumplías con el requisito de despedirte. Bueno ya lo sabes, no me engañaste, no del todo. Los descubrí esa mañana en el muelle, te vi. Bueno, no a ti, a la imagen de ti en brazos de el.