Frente a la mía
tu mirada oblicua.
Preguntan tus ojos
demonios fugaces
mientras se enfrían
el café y la esperanza.
Qué te cuento,
si ya lo intuyes todo...
que hemos desgranado
todas las cuentas
de nuestro rosario privado...
¿Qué nos queda? nada,
supongo, salvo retazos.
No nos queda ni el sabor
de este desayuno ingrato.
Ojalá pudiera dormir
mil años seguidos
y al despertarme mañana
encontrar frente a la mía
tu mirada de frente
un café cargado y caliente
y una respuesta en tus ojos
Texto agregado el 05-01-2009, y leído por 255
visitantes. (9 votos)
Lectores Opinan
25-07-2010
Te seguiré leyendo, me gusta tu estilo. 5* zontrox
Bella poesía. Y si, el tiempo todo lo cambia, pero para eso existe la espranza y la voluntad de revivir y renacer el amor. Eso siempre es posible, claro si el amor existe. Un abrazo Beticita
05-01-2009
Me encantó esta poesia. Despues de mil años todo tiene q ser diferente. Saludos. Mildemonios
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