Al cielo pongo por testigo y juro Que nunca imagine ni por ensueño Que aquella cita alguna vez llegara Y a media luz se me cumplió el deseo EL vino en la botella reposaba Discreto y silencioso cual vigía Las manos se asomaban por abajo Hacia donde el amor es un caníbal Por entre la espesura de la charla A tientas caminaban nuestras voces Calientes se rozaban las palabras Desnudando la ganas de la noche Románticas las velas en la mesa Ardían y la cita transcurría Manos bajo la mesa se asomaban Hacia donde el amor es un caníbal Parece que no pasa nada a veces De cerca puede ser distante un rostro No obstante, mas que un beso de tu boca Deseaba la lujuria de tus ojos
Texto agregado el 03-01-2009, y leído por 228 visitantes. (5 votos)