LENTEJUELAS TORNASOLADAS
Al entrar, a ese lugar lleno de luces que alumbraban una oscuridad artificial, necesaria para el tipo de eventos que se ofrecían en ese sitio, me quede ahí, observando, tratando de acostumbrar mis ojos a las tinieblas, buscando en la densa negrura si la encontraría por ahí merodeando entre las mesas de los clientes, que cada fin de semana se congregaban en este sitio.
Me senté en la barra , esperando a ver si salía, a atisbar la cantidad de gente que llegaba hoy de fiesta, pero nada, su presencia no se manifestaba, moría por verla, simplemente su imagen la llevaba adherida a mi piel, cuando intentaba no pensar en ella y en su imponente presencia, arrancarme su recuerdo me ardía , de tal manera, como si me despellejaran la piel, ocasionaba un dolor tan intenso, como si mi carne quedara al rojo vivo, y entonces comenzaba a sudar copiosamente, mis manos se entrelazaban nerviosamente, y casi veía como la sangre escurría por todo lo largo de mi cuerpo.
Era preciso entonces correr, todos los fines de semana y observarla sin parar, sin aburrirme podía estar ahí por horas, no importaba, era demasiado fuerte el efecto que tenía sobre mí.
En mis largas noches de insomnio, mis pensamientos giraban en torno a ella, y entonces como animal primitivo en un futuro incierto lleno de una absurda tecnología que solo ayudaba a convertir al ser humano en un ente perverso, visitaba la Web buscando todo el porno que pudiera encontrar, para masturbarme a placer, soñando con todo lo que podría hacer si ella estuviera ahí en mis noches solitarias y oscuras, solo alumbradas por la luz tenue que provenía de mi ordenador, mi eterno cómplice , sentía sus manos recorrer mi cuerpo y su lengua húmeda pasar por la comisura de mis labios, y mi piel se cimbraba deleitándose de placer, sus manos entraban en mi entrepierna , y entonces no aguantaba mucho me venia violentamente, sobre su figura fantasmal frente de mi.
De pronto la música comenzó a sonar y mi corazón se detuvo, un segundo, para comenzar a latir de tal forma que parecía que saldría por mi pecho, y apareció ella, enfundada en su traje blanco de lentejuelas tornasoladas desgarrado en algunos lados, su piel morena y su cuerpo que me enloquecía solo mirar.
Comenzó a bailar, parecía enloquecida mientras su largo cabello saltaba, al ritmo de su baile me acomode en un sofá en la oscuridad del antro, metí mi mano entre mis piernas para frotarme, ella bailaba sin imaginar lo que me provocaba, me vine y mi cuerpo quedo temblando, ella se dio la vuelta y se fue…
Y yo quede ahí , mis dedos llenos de mis fluidos , tratando de acomodar mi falda, con mi deseo momentáneamente satisfecho y mis ansias de verla en los próximos días
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