Supongo que con ella es inevitable, siempre me comporto como una tonta, nada de lo aprendido ni mis tácticas pueden ser ocupadas en su presencia. No sé si es por su silencio constante que me provoca besarla, no sé si es porque al tocarla siento como si el tiempo viajara al pasado y estuviéramos de nuevo en ese momento, tal vez sea por su risa que me alegra o sus grandes ojos marrones que me intimidan, hoy como siempre.
Si yo fuera ella también me tendría miedo, es obvio que podría volver amarla, no necesito volver a conocerla, no necesito volver a escuchar anécdotas ni los sucesos acontecidos en su ajetreada vida, ella sigue siendo quién alguna vez fue, sus manos siguen siendo delgadas pero fuertes, aun tengo en mi memoria su mano en el volante y mi risa nerviosa que escondía para no tener que darle explicaciones de porque aquel momento me hacía tan feliz.
Nunca pensé que sucedería, menos por la forma en que se dieron las cosas, casi imposible y su sonrisa lo lleno todo y entendí que en mi aun hay un espacio para ella.
Sé que no volveré a verle por mucho que me esfuerce en rozar mi mirada con la suya, sé que los milagros suceden no más de una vez y que debó conformarme con las horas que pasaron, con el goce que me dio verle tan normal y tan ella, algo nerviosa y distante, incomoda probablemente, la situación no era precisamente la más correcta para un reencuentro de 5 años, pero fue para mi el cierre de una etapa que espere por tanto tiempo que parece un sueño, como una ilusión que uno logra graficar cuando por fin concilia el sueño.
Hoy ya no la amo, eso es obvio, pero podría volver a sus brazos, me muero por volver a verla, pero de eso también debo olvidarme como de tantas cosas que en mi vida sucedieron, hoy la vida cambia lo que fui y sucedió antes de hoy no existió más que en mi mente, prefiero pensarlo así como hermosos recuerdos de una vida que no me pertenece hoy.
Soy una persona distinta, mi reflejo me muestra una persona distinta, hoy hay algo en mi que cambia que evoluciona y guardo en mi alma momentos tan mágicos como los de esa noche, aunque me lamente por siempre no haber rozado sus labios, como antes me arrepentí de lo mismo tantas veces, pues creo hay cosas que no cambian, así como ella sigue siendo la misma ante mis ojos, yo sigo siendo la que fui ante ella.
Dormiré con una pequeña sonrisa en mis labios, sabiendo que mañana todo comenzará de nuevo, los recuerdos que duelen, un pasado que quisiera no fuera pasado, una vida que me robaron y un futuro que desconozco por completo pero que tengo ansias de vivir y volverlo la vida que no pude vivir. |