No sé decirte qué es eso que se desdibuja a lo lejos, puedo significarte en cambio lo que para mi es... Es para mí un palacio que se derrumba, un castillo de fuego protegido por gárgolas y dragones alados, de esos que siempre has querido ver...
¿y ves cuádo oscurece? no sé tampoco por qué es... Pero podría expliarte lo que yo puedo entender por ello... Es la princesa, que habita aquel castillo, que ha cerrado sus ojos porque se ha dormido. Se ha sumido en ese letargo crepuscular, será despertada solo por aquel príncipe rubio, tan rubio que ilumina sus ojos y hace que de pronto se ilumine el firmamento.
En ese palacio en el que el vals que se bailaba lo protagonizan estos bellos enamorados, mientras las gárgolas y los dragones cuidaban la fortaleza, han llovido diamantes que se han dado por estrellas gracias a las bendiciones y reverencias que los Dioses dieron a este amor inmaculado.
Quizás no sepa de verdad que ocurrió con el castillo lejano... Pero puedo explicarte por qué hoy el Cielo llora... Es la tristeza de que el castillo se halla derrumbado, pero gracias a estos ríos que se engendrarán a partir de las gotas podrán nuestros reyes embarcarse hacia nuevos horizontes...
Y hacia dónde irán, eso sí no puedo decírtelo...