Envuelto en paja, pipa humeante… roseado él, de agua ardiente; sin problemas, ya que era mago, si, un mago aburrido de su magia, que había decidido suicidarse antes de entrar a otro año…
En otro punto de este mundo de mierda, se encontraba el peor hombre de la tierra, que sin cansarse de hackear cuentas, se distraía violando niños en sus lapsos de libertad… El muy hijo de puta gozaba de la mejor salud… Mientras que en la otra cara del mundo, un asiático que decían que era inmune a todo, al fin se había enfermado de algo fulminante; él parecía gozar de su enfermedad, ya que tenía 82 años sin conocer una gripa… Le ponían hielo por kilos, para calmar esa fiebre que parecía hacerle cosquillas, sin embargo el hombre moriría esa noche… Y la luna no dejaba de iluminar al pervertido de un pequeño pueblo, escondido entre montañas de revistas porno… Él se hacía una gran paja, pensando en la puta de su abuela, que gracias a ella nunca logró ser astronauta, y al fin el orgasmo, y otra vez… Y así amanecía, y era turno de otro mal nacido… Éste se dedicaba a vender drogas en los reformatorios… Los repartía en la moto robada de un miserable: El dueño (de la moto) dedicaba su vida a criar flores, no era un trabajo normal, ya que muchos cosechan las flores, él repudiaba ese acto del demonio, él regalaba jardines, jamás una flor cortada. Nomás faltaba la más puta, esa la tenía clara… ¡Cogerse a Obama, luego a Osama y así jodernos a todos!
Al mago de mierda se le había ocurrido una inspiradora idea: Pues para qué tanta magia si no puedo cambiar al mundo… – reflexionó. Quiero morir, pero antes, ¡quiero que todos se conviertan en conejos! – exclamó.
El viejo maldito, desde niño había alucinado con criar conejos; cosa que jamás pudo, por esa negra tentación de usarlos en sus trucos y demás pajas… El viejo comía zanahoria, quizá en su anterior vida era un puto conejo o mínimo una puta golosa. En fin… Nos había convertido en bogs bunny`s a todos …
Ya todos maravillosamente convertidos en saltarines bolitas de nieve; hermosos realmente, y el viejo impresionado de tal poder que por sus plateadas canas circulaba, había decidido no suicidarse y ver como crecían.
El mundo colapsó en dos años. Los conejitos de mierda lograron encontrar agua en Marte y millón a millón se fueron todos allá y quién carajos sabe a qué planetas más.
El puto mago murió llorando, pues no tenía tantos sombreros.
Will
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