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DIARIO DE UN ESTUDIANTE

Querido diario:
Yo no sé porqué será, o es que me tienen ojeriza, pero lo cierto es que al “zancudo” de Beto le dieron unas “calancas” que lo hicieron basquetbolista, al “pajarito” del Visicho le dieron una voz que lo hicieron cantante de “chingana” pero a toda honra, y en cambio a mì me dieron un “cerebro” que me hicieron un inútil. Y no es para menos, en la Academia Pre-universitaria no las “paro” ni una; ni matemáticas, ni historia, ni biología, ni catecismo, ni michi… me las paso en blanco y no entiendo nada que me demande un poco de atención. Mi viejo me ha dicho que si no voy a estudiar que mejor me meta pal ejército, pero yo le dije que ni de vainas, que yo no quiero llegar a ser oficial pa que mañana más tarde me estén gritando que gorila por aquí ..que gorila por allá.

El día de hoy estuvimos cinco horas como “radiola de tugurio” dándole al álgebra y como para variar no entendía “un pájaro”. Mi “causa” “Panitela Williams” me ha dicho que todo es cuestión de ir acostumbrándose, así es que ya me estoy acostumbrando a la idea de que soy un perfecto animal…pero ¡¡guayabas!!, lo que más me friega es que justo en la Academia he conocido a una chiquilla bien “polenta” que se sienta junto a mí y de la que ando más “templadote” que nadie; y es que con tanta cochina vicisitud uno se siente incómodo por las amargas circunstancias de ser un lerdo.
La chicoca se llama Gloria y es bien “riquita”, pero para remate es de ésas “chanconcitas” y ¡Chesumá!... cada problema matemático que la veo resolver es un abismo que nos separa y es por eso que ahora ando “reventado”.

Para mi desgracia andaba yo embobado con su naricita, misma Farra Fawcett, con sus ojitos castaños y su cabello azabache, mismo comercial de Tv, cuando el imbécil de mi profe, porque otra cosa no puede ser, me tiró dedo y me dijo: A ver tú , sal a la pizarra. ¡Pu…chésum!, se me arrugó hasta el poto y el “bobo” se me aceleró como caballo loco; la sangre se me trepó pa´la cara y los “huérfanos” se me encaramaron como monos en el pescuezo. Cuando me acerqué a la pizarra la cara me quemaba y los oídos me pitaban como tren de sierra; sentía las miradas clavadas como cuchillos calientes y lacerantes, pero lo que más me mataba era que con el rabillo del ojo me daba cuenta de que Gloria también me estaba mirando. El “cara de lechuza” del “profe” Orrego me alcanzó una tiza y empezó a dictarme una ecuación algebraica, fue entonces que sentí como el piso se me resquebrajaba y empecé a temblar; un hilillo de sudor helado comenzó a bajarme lentamente desde la nuca hasta el poto, me agarroté y pa conc..
un pedo se me quedó aprisionado entre los “cachetes”. No computaba ni “bolitas”, las ideas se me atropellaban, me descoordiné todito y sentía que con el pánico el cerebro se me iba pal diablo. Se me dijo que debía despejar no sé que cojudez de incógnita y entonces me consideré definitivamente perdido.
Estaba “frito” y me dolía que Gloria pensara que era una mula. No sé cuánto tiempo estuve deambulando con la “bendita” ecuación en la pizarra, pero a mí me pareció una eternidad. Ya me dolían hasta los zapatos cuando el “profe”, que de seguro se había aburrido viéndome subir, bajar, quitar, cambiar, poner y transcribir los números y las letras sin un patrón definido y prácticamente por las “guevas”, alzando la voz me dijo: ¡Pero bueno, Ud. sabe ó no sabe!?? . ¡Chésum!!...en el salón se alzó un condenado murmullo de “abejorros”, pero que me dejaba escuchar nítidamente la risita “cachacienta” de algún “jijuna” “mal parido” y la crítica lapidadota de algún maricón que terminaron por desmoronarme y cag….me la tarde. Tenía la garganta amarga y seca; la mirada compasiva de Gloria me taladraba el “bobo”y me sentí calato de cuerpo y alma. Apenas pude arrastrar algunas palabras y dije que no había entendido muy bien, aunque la verdad era que para los números era un perfecto “fuera de foco”. Retorné a mi sitio y Gloria me seguía mirando y yo la miraba de reojo; me senté, respiré hondo y entonces se me subió la rabia y empecé a pensar fuerte que me importaba un “cojonudo pito” tanta “vaina junta” y a lo mejor, si haciéndole caso a mi viejo, me metía pal ejército y a punta de “cojones” llegaba a ser General y hasta Presidente y entonces yo no me andaría con la “guevada” de requisar y suspender sòlo las revistas opositoras a mi Règimen sino que suspendía y quemaba todos los libros de álgebra y a los “profes” como el Orrego los deportaba por agitadores, ventajistas o por simplemente “quítame esta paja”; y como también tendría mi “carrindanga” con “fercho”(chofer) uniformado y cantina adentro, me la podía “levantar” facilito a la Gloria y a cincuenta igualitas màs, y entonces ya no me importaría que me llamen “gorila” porque estaría tranquilo de que no hubieran mas ecuaciones algebraicas de mier.. ni incógnitas que despejar y que me fregaran la existencia… y en fín, mejor me acuesto, porque mañana tengo que regresar temprano a la Academia a ver dónde se quedó la incógnita…

Dulces sueños
Alito

Texto agregado el 30-12-2008, y leído por 129 visitantes. (0 votos)


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