(Respecto a sentimientos que plantea la muerte demasiado temprana de tu propia sangre)

Te enclavaré en un cuento rosa
como a una ternura de ojos enormes
yo vi a nuestra tumba lloviendo pobre
pagándole abrigo a unos cartones
en un cementerio con nuestros nombres

Teñí unos pesos negros pa’ darte
regalo lóbrego y pasar lentito
cerca de la orilla como un maldito
y tirarme en la champa y nomás callar
que ahí viene el desierto y me va a aplastar

Niñita estos dientes van a decirte
que por cocodrilo yo te perdí
que rompo los puentes a cañonazos
que meo una rabia del más allá
que van a volarme el paladar

Te dejaré un sabor amargo
toda tu boca se pudrirá
si pegas un grito yo me desarmo
si suda la tierra, se agita el mar
y arrastra pedazos de la ciudad

Me escribirás en una metralla
un caligrama y un corazón
te cortarás el tuyo propio
en un caldero lo vas a echar
y su oscuro hierro te llorará

Y cuando la puta que pare para
me va a parir como un animal
quizás a ti te para gaviota
quizás a mí me para bestial
y pueda buscarte un poquito más

En semana santa seré mendigo
pa’ la independencia seré carril
por donde transiten el arrepentido
por donde te encuentres anclada en mí
y mueras conmigo el 5 de abril