Toma mi mano dulcemente Y llévame a ese lugar soñado Para sentir tu corazón amado Para amarte eternamente Por que allí no existen las horas Ni los minutos, ni los segundos Ni los corazones vagabundos Divagando entre las sombras Allí todo se vuelve mágico Y todo sueño deseado Se convierte en lo esperado Y nada es ilógico Déjame seguir soñando No me despiertes de este sueño Que aunque todo se ve pequeño Mi corazón sigue brillando. Maru, la rubia
Texto agregado el 29-12-2008, y leído por 77 visitantes. (1 voto)