Escribo solo mientras escribo, sólo por dentro como me miro de repente
en una mañana que no promete otra cosa que la distancia, ese recuerdo permanente
de las cosas que ocurren siempre fuera de uno mismo, y sin embargo así es siempre.

Rodeado de las cosas materiales que buscaba, me encuentro conmigo mismo
Como siempre discutiendo ideas absurdas que a nadie comente, en este abismo
insondable y eterno de la mente, que me encierra y me impide escapar del autismo.

Sólo por dentro solo, en el espacio en que las cosas se convierten en pasajeras,
de un día o una noche cualesquiera, rodeado de gente que no mira más allá de las quimeras,
tachando cada sueño y cada letra como si fuesen sin valor ni las primeras.

Por dentro meditando cuanto miro, rodeado de sonidos extraños lastimeros
aullidos de hambre y desidia, de domingo de ocios compartidos, venideros
cuando las letras recurren a mi encuentro, y se abren así nuevos senderos.