El pedo es un secreto a voces:
cándido y alegre cuando grita;
malvado cuando silente apesta.
Don Pedo, -decía Quevedo-,
tiene autoridad e hidalguía,
pues su fortaleza está
en la mierda de las tripas
y en la grandeza del culo.
En las narices, el moco,
en los ojos, las legañas,
y la cera, en el oído.
Y todas las manos sirven,
por finas y blancas que sean,
para limpiar las legañas;
sin ser abejas, retiran la cera de los oídos;
y aunque no ven, limpian de mierda,
también, el ojo del culo
¡Pues claro que sí!
Soy incondicional de Quevedo,
lectora y admiradora.
Que genio, humor e ingenio,
aunque lleven sufrimiento
no se encuentra a todas horas;
que los “pedos” no salen sólo del culo...
(maravillas)
Con buen humor, un 28 de diciembre de 2008, y especialmente dedicado a "Belle-du-jour" por su ordinaria desfachatez y grosería pedorra en forma de comentario.
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