En verdad dueles como la rutina del gimnasio de los sábados, como la migraña que nunca tuve. como la cuenta de teléfono al final de setiembre como las lentejas de los lunes, como las piernas de mi madre antes del parto. Dueles como una patada en los testículos, como la resaca de mañana por la tarde. Eso me pasa por quererte tanto.
Texto agregado el 28-12-2008, y leído por 83 visitantes. (1 voto)