Emparentando la desdicha de no saber nada,
conociendo hechos perturbadores y solaces,
enmascarando la realidad en llantos,
y creer ser el primero de ésta pusilánime tierra.
Babeando dolor de la insufrible despedida,
entre correteos, y esperanzas de vida,
sonrío de la estúpida acción del pobre hombre,
que desdice de su destino, convicto y confeso.
Corrompiéndome de la desidia humana,
bajo espectros, en contenedores sepulcrales,
lloriqueando lágrimas de enseñanzas vespertinas
en soledades, de historia y basura corrompida.
Lastimándome la poca mente que me queda,
encerrando en cuartos de poca vida,
cubierto de armaduras desechas por los tiempo,
y ocultando dichosos peligros inexistentes.
Cargo mi opaco e inquietante viejo ser,
que pulula en caminos fríos y convexos,
con la vista más roja que la brasa en decadencia,
mordisqueando palabras de muerte súbita.
Enseñando los pocos dientes ocres amarillo,
de la añeja vida, en reposo y retozo mortal,
cual amargo venidero de mucha impotencia,
esculpidas en lápidas de sudor y descanso.
Frente al silencio, casi blanco y pardo gris,
veo mil rostros de reflejos en lunas polarizadas,
rostros en espejos arrugados, y miradas delirantes,
bajo impaciencias de luz artificial, en mi rostro más oculto.
Inclinado en el lecho de los mil siglos,
cubierto de los tejidos más interminables,
esperando la poca muerte que hoy me queda,
entre mil miradas y ensaladas de llantos.
Miradas perdidas en medio del desierto,
en medio de lo más crudo y octogenal,
de la irreparable vida que se va,
corrigiendo caminos del va y ven al cielo.
Y es aquí, entre mareos y delirios, donde llego,
temblando mis manos, perdonando las órdenes,
sudando frío, y con la mirada quieta en alguien,
me abandona la vida, en presencia de mi muerte.
Mas no sé, si la mente me falla, o el dolor es mucho
pero mi historia se queda en esta cama,
de alcohol, sollozos y de muertes banas,
de adioses terminables, de espanto y Mi Tierno Descanso.
........................................................El Gabo...
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