Cuando pienso en ti, parece un sueño;
abrazarte; ver tus ojos en el infinito.
Recibir tu sonrisa esa que brinda esperanza,
oír tu voz entrecortada y paciente.
Realmente, eres un sueño;
tan lejano, y tan real, que alcanzo a vivirlo;
a contemplarlo, como una ventana de vientos,
que me indican que tú eres el norte.
Ese norte de soles, y de inviernos abrigados,
de tempestades apacibles entre tus brazos.
No importa que la mente quede en silencio,
y esta hoja pierda su blancura, muchas cosas aún quedan por decir;
Horas largas esperando un poco de ti,
y cuando reapareces todo comienza desde ceros, llega la felicidad, las mariposas en el estomago,
una sonrisa larga y perfecta, un suspiro,
un corazón latiendo fuerte.
Por eso cuando pienso en ti, todo parece un sueño.
|