Comienzo a extrañar mis alas,
anhelo, el pasado aunque el presente me acompaña,
me duele darme cuenta que ya no puedo volar,
en alguna parte del camino se me han perdido por dudar...

Ahora sufro, ya no sueño,
pues la realidad destroza mi cordura,
me duele, me desespero, imploro angustiado piedad ante el creador...

Anhelo mis alas,
me arrepiento no haberlas valorado,
¡fallé!, Lo acepto,
confundido ante la misión por no haberla cumplido...

Caminar ahora por el mundo,
muriendo a diario entre la multitud, a ganar confianza, teniendo miedo a la vida, recordando lo divino y adentrandome en lo profano.