Hartos ya de soportar las constantes bromas pesadas de Beppe Malerba y su hijo los profesores del Liceo de Cinque Terre y los directivos de la mina de Castelli Romani decidieron darles una dosis memorable de su propia medicina.

Nunca antes los notables de Cinque Terre y Castelli Romani habían trabajado tan eficientemente y con tanto entusiasmo por una causa común.

Simultáneamente, con precisión casi cronométrica, Beppe y Bepetto fueron informados sobre la explosión de varios cilindros de gas en la cafetería del Liceo de Cinque Terre y el trágico derrumbe en la mina de Castelli Romani.

Mientras Beppe Malerba frenético arrancaba en su coche rumbo a Cinque Terre, Bepetto acompañado de cuatro condiscípulos cuyos padres trabajaban en la mina partía como un bólido hacia Castelli Romani.

"Ese árbol majestuoso", señaló el alcalde de Castelli Romani, "vió pasar el carro de Bepetto a 200 km. por hora".

"Esa valla anunciando el límite entre Cinque Terre y Castelli Romani", añadió el alcalde de Cinque Terre deteniéndose y saliendo del vehículo, "fué lo último que vió Bepetto al entrar en Castelli Romani"

"Este es nuestro famoso Cruce de la Muerte"

"Y estas seis cruces más clavadas en nuestra conciencia que pintadas en la carretera", concluyó luchando por ahogar un sollozo, "marca el punto preciso donde los dos coches se estrellaron".