Dios Escúchame

¡Hey, tú Dios!, ¿que pasa con la gente que no come?, ¡hey, tú Dios!, ¿Que pasa con la gente de mirar opaco y de luces veleidosas que hace ya diez años duermen en la tierra?, dime tu padre de cáliz penetrante y de hablar robusto, ¿Cual es el consejo que le das al mundo para vivir la eterna maravilla?. Sabes Dios, suplico hoy tu nombre por los que no son nada y por a aquellos que viven entre los robos y la sangre derramada, dime también que paso con los muertos que aunque no debieran estarlo ya viven a tu diestra, es que no entiendo tus costumbres padre, pero si son tuyas las comprendo y las respeto.
Quiero que algún día al que le falta el pan en las tardes o a los que la sopa caliente no es mas que la lluvia revolviendo sus paladares, les brindes la salvación el día en que se descubra la verdad y estén los pobres y exclamados hambrientos junto a tus pies esperando el retorno feliz y tan esperado regreso de vivir algún día a la altura de tus versos, esos que te llenan de encanto cada vez que te recuerdan. Quiero decirte padre que le des al pobre en el otro mundo lo que no le diste en este, y le entregues las llaves del cielo al que sufrió y tembló de frió cuando los sueños ya estaban rotos, ¿donde esta la silueta del enfermo revolcarse en esa sabana de lagrimas?, ¿Dónde esta ese joven de mirar sombrío que se lleva el sueldo de aquella mujer que desesperada grita tu nombre?, ¿En que lugar del mundo están tus siervos para besarle los pies y suplicarles por el terror de cada día en este mundo que acongoja a los seres?. Pues que tierra mas extraña creaste, padre, con cada niño muerto por las guerras sucias y ambiciosas de las tropas. Dios, enséñame a comprender las guerras de tu tierra y la sangre alborotada en cada rincón de la arena, pues dímelo y háblame o ¿acaso no me escuchas?, o es que el infinito pensar de los pueblos te recuerda esto cada día.
Hazme creer más padre y adorarte mucho más de lo que ya te adoro y de encontrarme con los desahuciados el día del juicio cuando todos lloren por implorar tus perdones.