Él realmente la amaba...
Era la mujer que siempre había esperado.
Disfrutaban de las mismas pasiones, por el sexo, la poesía, la locura, las drogas y el Rock & roll.
Él había inducido al mundos de las drogas, y hay habían logrado ser felices, en medio de ese maravilloso mundo repudiado por otros.
Hasta que en una de esas noches de vida bohemia, ella sufrió una sobredosis y murió.
El se sentía culpable, y es que realmente la amaba...
divago algún tiempo tratando de olvidar sus profundos ojos negros siempre clavados en su alma.
Luego de sus profundos pensamientos de locura decidió que ese mundo que el tanto disfrutaba fue el que hizo que la mujer que tanto amaba muriera, y en una deducción que le pareció divina aunque dura, decidió dejar ese mundo y transformar su vida en algo bueno y poder resarcir los daños, para poder llegar al cielo donde debía estar la mujer que tanto amaba.
Así se vinculo a una de esas religiones que prometen la salvación y dedico el resto de su a hacer el bien en todo lo posible, para reencontrarse con ella allá en el cielo.
Toda su vida el mundo bohemio que tanto quería lo llamaba pero apelaba a todas las fuerzas del amor que sentía por ella para evitar en lo posible cometer algún "pecado".
El día de su muerte llego, arribó al cielo, y se encontró frente a una gran puerta, por donde entraban almas buenas.
Entonces se acerco al viejo que se encontraba en la puerta, y con voz temblorosa por la felicidad que sentía al sentirla la cercanía de la mujer que amaba le pregunto al hombre de la puerta por ella...
El viejo busco en gran libro de registros, hasta que la encontró y dijo rascándose la barba: "Si, aquí esta registrada, pero... ella esta en el infierno, al parecer le mentía a un hombre al cual le decía que lo amaba..."
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