seguía la línea de la vida
un cielo y luna se empinaban para verle
no mas sombras tras la luz de sus ojos
un ser verdadero
no tiene mas que claridad...

bajó de su monte interno
y con sus manos
escribió un poema de amor sin final
sin saber que un dios del mundo de los sueños
le miraba con amor y paciencia...

se dijo:
no soy quien para escribir
no soy nada especial
un poco de polvo y sentimiento alquilados sin contrato

el dios de los sueño se hizo carne
y con sus manos
le dijo la verdad:
eres el beso del alma
goteando mares de alegría y tristeza
eres dualidad en un mar de infinitas verdades...
eres un instante golpeando las puertas eternas,
pero,
no entrarás...


san isidro, diciembre de 2008