Ella tiene el perfume del cielo
rumoreando en sus pies descalzos,
plantas suaves que quizas recuerdan
sus paseos por la blanda tierra,
(dulce Myriam tus pies presurosos
buscan en las nubes
el sabor del salitre viejo y del otoño).

Mira erguida los atardeceres
y se viste del tibio reflejo
que derrama el sol veraniego,
y es a veces rojo,otras veces naranja
el satín de su vestido
que vuela en el tañido
del día que se marcha.
(bella Myriam bajas y bailas
en mi corazón
entre recuerdos y palabras)

Nos escucha entre las estrellas
cuando en sueños decimos su nombre
y recoge con su negro pelo
lagrimas que añoran
los buenos tiempos.
(joven Myriam desgarras el olvido
burlando a la muerte
que depredó tus latidos)

Peregrina de la lluvia helada
te escurres cuando brilla el alba
en ese lugar donde el viento
guarda sus alas.
(tierna amiga te vuelves poesia
en mis manos frías
cuando el mundo calla).