La provincia de Paita fue creada por ley, el 30 de marzo de 1,861, fue sancionada por el gobierno del mariscal Ramón Castilla y refrendada por su ministro de gobierno Manuel Morales, al evocar a Paita, tras la densa bruma del recuerdo y del tiempo, digo con Enrique López Albujar:
"Esta es Paita, el puerto de todos los piratas,
Guiados por el sino de una fatal estrella,
Como si se tratara de una esquiva doncella,
Venían de otros mares a darle serenata,
Al son de fragorosa música de fragatas".
Desde los remotos tiempos Incaicos, y aun antes es probable que por su magnifica bahía abrigada, los convoyes de piraguas indígenas zarpaban de Paita, en viajes cuyo misterio no ha desentrañado la historia, los Mochicas la usaban en sus expediciones por mar, viejas leyendas cuentan la tradición de guerreros de talla alta, y en Lambayeque subsiste la hermosa leyenda romántica de Naylamp, que viniera por el camino del mar.
Toda la época anterior a la venida de los Españoles se entrevé en la leyenda, tejida por los cronistas, cuentan que existió el matriarcado, en lo que llamaron la capullana de Amotape, que era vasalla de los Incas, después de la conquista de Huayna Cápac, hay tradición que asegura que este inca paso por Colan e incluso dejo descendencia, pues los antiguos miembros de la familia Machare, se enorgullecían de su estirpe Incaica.
En el año de 1531, Pizarro se embarco en Tumbes con su gente en 3 navíos, luego de una breve navegación llego a una hermosa bahía y envió su tripulación a tierra, había en ella pocos indios y acudieron en sus balsas, dice el historiador Prescott, les llevaron fruta pescado y vegetales, prueba indudable del generoso espíritu de los paiteños, Pizarro envió a Panamá los 3 navíos, con 30 mil pesos en oro, plata y esmeraldas, como señal de la riqueza de estas tierras.
Amotape es el pueblo mas antiguo de la provincia de Paita, existía ya al arribo de los conquistadores, era un pueblo como el de los comuneros de Tangarara, fuerte e indomable al llegar Pizarro dice el historiador Jerez, gobernaba amotape, el cacique Almotaxe, que se enfrento altivo y gallardo, a la ruda y férrea soldadesca Española, vencido Almotaxe y su compañero el cacique del Chira, fueron muertos en la hoguera, tras cruel y sumario proceso, pero el amor, las mujeres y la muerte van juntos, dice un poeta, cuentan que una hermosa llamada la capullana de Colan, encendió de amor y sumió en la locura a uno de los compañeros de Pizarro.
Paita escribe fray Reginaldo de lizarraga en el siglo XVIII "escala de todos los navíos que bajan del puerto de la ciudad de los reyes a Panamá y México, y de los que suben de allá para estos reinos".
Bella y roja tradición marinera la del puerto de san Francisco de la buena Esperanza, como se le llamo al puerto de Paita, escala obligada de los galeones españoles, fue siempre victima de los corsarios, las sombras atormentadas de Drake, Spilberg, Cavendish, Clipperton y Anson, vagan insomnes en las oscuras sombras de las noches paiteñas.
Sir Francis drake en 1579 sale con dirección a Paita al tener noticias del viaje de galeones cargados de tesoros, a la altura del cabo de san Francisco apresa al navío español "sacafuego" y redujo a cenizas la iglesia, el monasterio y los principales edificios de la ciudad.
En 1587 dice Riva Agüero, sir Thomas Cavendish apreso en Trujillo al piloto de un navío Español y lo envió a Paita como parlamentario, para exigir un cupo a los vecinos paiteños, se negaron hacerlo y se llevaron al piloto mensajero.
Jorge Spilberg en 1615 recala en Paita y avanza hasta la caleta de Colan, pero su proyecto fue desbaratado por doña Paula Piraldo y Herrera de Andrade y Colmenero, encomendera de Colan, quien movilizo a su repartimiento de indios, para oponerse al desembarco, puesta ella cuenta la historia, a la cabeza de numerosa columna ocupa los puestos de mayor peligro, y dio con ello un gran ejemplo que reconforto el espíritu de sus improvisados milicianos, el piloto holandés Spilberg se atemoriza ante los aprestos bélicos de doña Paula Piraldo y demás yerbas, que levo anclas y enrumbo a las Filipinas, el poeta colonial, Luis Antonio de Oviedo y Herrera, conde de la granja en una estrofa de su poema a Santa Rosa de Lima dice:
Sigo con el pirata a Paita
Que me llama, desde Colan
Su ilustre encomendera
Doña Paula piraldo
Cuya fama, el puerto
Preservo de arder en la hoguera.
El rey Felipe III el 15 de octubre de 1618, elogio la hazaña de esta heroína paiteña.
El año de 1680 Watlin, ingles se dirige contra Paita, pero es rechazado vigorosamente, ese mismo año, Cowley y Eaton, del grupo de piratas capitaneados por el Ingles Guarlin, recala en Paita, donde apresan 2 navíos fondeados en la rada.
El 21 de marzo de 1720 fue Paita incendiada y saqueada por piratas Franceses al mando de Juan Clipperton, piratas Ingleses la asaltan nuevamente el 13 de noviembre de 1741, bajo el mando de Anson, realizando todo genero de tropelías, decapito la imagen de la virgen de nuestra señora de las mercedes.
Los paiteños proclamaron la independencia antes que en Lima, el 4 de enero de 1821, siendo comandante de la plaza, don Francisco de Frías y Adrianzen, figuras próceres del Perú están unidas indisolublemente a la historia de Paita, en los albores de gesta libertadora, los marinos paiteños, Victoriano y Andrés Carcamo, se apoderaron de un navío español, fue el primer buque que aporto el Perú a la flota que comandaba Lord Cochrane.
Miguel Grau, el mas gallardo y generoso de nuestros héroes, se educa en la escuela náutica de Paita, a los 10 años inicia su crucero de gloriosas aventuras, en las elecciones de 1875, es elegido diputado nacional, y entre la humilde y oscura tripulación del "Huascar" los héroes anónimos, combaten y mueren decenas de marinos paiteños.
El capitán de navío Juan Noel y Lastra nace en Paita el año de 1810, descendiente por línea materna de los caciques de Colan, los oficiales de nuestra marina, Emilio y Raymundo Carcamo mueren heroicamente, en la batería Maipú, durante el combate del 2 de mayo de 1866, Camilo Carrillo, marino paiteño y hombre de ciencia trajo a remolque el año de 1865, desde Nueva Orleáns, por el estrecho de Magallanes, los monitores "Manco Cápac y Atahualpa".
El ingeniero Federico Blume y Othon, aprestándose a la defensa de su país de adopción el Perú, construye con obreros paiteños, el primer submarino en nuestro país, el año infausto de la guerra del pacifico 1879, realizo exitosas pruebas de inmersión en la bahía de Paita.
En Paita, vivió y murió Manuela Sáenz, amada de Bolívar, según don Ricardo Palma, la única mujer que llego a ejercer imperio sobre el épico libertador, José Garibaldi "el condottiero" legendario anclaba en el puerto, capitán de buques cargados de mercancías y de ensueños.
Paita es así dice, Aurelio Miro Quezada Sosa "la primera etapa de la gloria, de quien debe considerarse, sin disputa por la cronología y el espíritu, la primera viajera del Perú".
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