Cada vez que recibe una flor, sus ojos reflejan la renovación de la ilusión y pasión en su corazón.
Como sabe que mañana no habrá otra flor, la atesora, planta y cuida en el jardín interno de su vida,
hasta que llegue otra.
Texto agregado el 11-05-2004, y leído por 174
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Lectores Opinan
11-05-2004
buena narración, en pocas palabras wenas ideas.. Cayo
11-05-2004
Buena costumbre, para que su interior tenga siempre el calor y el color de una flor. maravillas
11-05-2004
De eso se trata, de atesorar los recuerdos mas especiales e importantes,hasta que lleguen otros... Dammar