Permaneces ahí sentada, vestida con tu mismo llanto te sostienes, tu debilidad se balancea sobre el brillo plateado de mis ojos, me intriga tu mirada perdida, a quien amas, a quien le dedicas tu tiempo, quien te lleva, quien te trae, donde vives, donde escapas…
Se ha prendido una vela dentro mío, sin destino va su esencia, busca donde refugiarse, pues ni yo ni ella sabemos que pasara luego, ambas estamos solas querida!!!
Tu muchacha me enseñaras a parir el fruto de la ingratitud, limpiaras mi sangre desvelada, sacaras mi enredadera y la llevaras en tu regazo, mi alma me hará subir, tocare el cielo con las manos, te daré gracias joven reina, a animarte te has animado, serás muy amable conmigo, pensando, después de todo, solo te pediré una mano.
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