Mi fallecido abuelo fue un grandísimo boxeador,
quíntuple campeón mundial en la categoría Walter Juniors. Que con todo lo ahorrado logró cumplir con el sueño de la casa propia con piscina.
Después vine al mundo heredando todo aquello material. Inclusive una cupé Ferrari propiedad de Fangio. Pero con la diferencia de que mi vida es un desastre.Todo se derrumba a mi alrededor.
Hay pruebas de que existe una tiranía que coexiste en el actual sistema democrático.
Por ejemplo, a mí nadie me respeta como corresponde.
Corre una justicia paralela que oprime al indefenso ciudadano sacándolo del tiempo real y la espera obligada sumiendo nos en una patética pesadilla tridimensional.
La cara visible, la voz cantante, que todo ese maldito poder ejerce sobre mi destino,
es la de mi legítima esposa. Horrenda maldición de haberla conocido.
Es difícil explicar con palabras que suenen bonitas,
lo que se siente al estar por siempre oprimido.
Una mañana, decidido a terminar con la férrea maldición, coloqué un guante de mi abuelo en la mano más picante, escondiéndome a esperar que mi señora pase caminando por el pasillo.
Entonces fue que le propiné una trompada a destajo dejandola droguí, para luego depositarla en el agua transparente.
Jé. Yo mismo reportando a las autoridades al fatal accidente.



........................Clever-up..............................