Al final del día
y mucho antes de muerte de sol
los hombrecillos que buscan consuelo
dejan su olla de esperma
en alguna vagina cicatrizada.
Debe existir un sueño benevolente
donde las prostitutas atienden ciertos
privilegios venturosos
muy cerca del cielo.
Cuando suceda el crimen benevolente
los rebeldes estarán a la hora
un agujero en el pecho
es una llama benevolente
un despertar de sal en la boca
como primer sabor gustoso
Al final del día
una oración se estará
marchitando en los labios,
mientras el farmacólogo está preparando
un tiempo totalmente drogado
Texto agregado el 18-12-2008, y leído por 318
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