Del descaro de la infancia
a los hombres de negro,
de besos de almohada
a ese baile eterno.
mentiría...
si digo que no recuerdo,
mentiría...
a que huele el sabor de tu cuerpo;
Sabe a licor de versos escritos
en tinta invisible,
sabe a luna llena
en noche de cuarto creciente,
sabe al calor intenso
de chimeneas apagadas,
sabe a dedicatorias en piel
de rimas atrapadas.
Texto agregado el 18-12-2008, y leído por 120
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