El frío de la mañana se disgustaría si no actuó, ya que tan repentinamente se nublo y llovió para mí, para ti, para los dos. No hay escusas, tu aquí justo a lado mío, necesitada del abrigo de un abrazo, no logro divisar a alguien mas que yo para dártelo, sinceramente nadie mezquina hoy, nadie, hasta las calles están vacías, el momento es el ideal, hasta vos a propósito sales de el miserable techo que nos cubría hacia la vacía calle mojada por la lluvia del cielo nublado apropósito. No puedo evitarlo, no quiero evitarlo accedo… al final… yo pedí esto.