El tiempo pasa y pasa, como si cada vez se acelerara más, ansioso y apasionado por encontrar el final a este estado de angustia que me confunde. Me desperté una mañana
Y no la encontré a mi lado, pero más que su ausencia, me duele el no encontrarme a mi mismo en el espejo. Trato de buscar ese sentimiento que me falta. Me veo viejo solo trabajo y duermo sin descanso día a día, sin pausa, no puedo estudiar pensando en eso que ella me robo cuando se fue. Pienso cada segundo en que no quiero volver a verla y así es … no la veo .el reloj me lastima en cada segundo que dispara contra mi, y me duele, y eso me gusta ,pero por mas que quiera no logra matarme. Yo me creía más débil en cosas de sentimientos pero me despierto cada día siendo más fuerte que el día que paso. Nunca pensé que mi propia fortaleza fuera mi mayor debilidad. Daría todo por dejarme caer pero no tengo nada. Daría lo que no tengo para recordar que era eso de la vida que tanto me emocionaba. Que me hacia levantar temprano para regar mis plantas que me hacia invertir fuerza en mi cuerpo para sentirme listo y entrenado.
Los años pasan y siguen empeorándolo todo. El sonido de mi corazón ya ni lo siento
De apoco me transformo en eso que tanto evite. La ira y el desconcierto que me causa esta sociedad ya no lo controlo como antes y veo como la oscuridad de la ciudad me cubre casi por completo. Sin un pedazo de mundo en donde pueda refugiarme vago x ahí, de lugar en lugar buscando eso, ese sentimiento que me asía pasear a mi perro y disfrutarlo. Que me hacia pasar horas con amigos que ya deje por completo.
Recuerdo que era feliz solo pasando el tiempo con esa mujer y eso me asusta. Tal vez volver a ser feliz es lo que me ata a seguir resistiendo o tal vez pensar en volver a ser feliz con ella es lo que me desconcentra. De todas formas evito pensar mucho sobre e so. Miedo es lo que descubrí en mí que antes no estaba, miedo a no encontrarme nunca más y a pensar que esa buena persona que fui no volverá o no la volverán a dejar ser.
Escribo esto como epitafio de la lapida que de apoco he inevitablemente construyo día a día. En memoria de los que se dejaron cambiar y en homenaje a los que no, y cuidaron eso que los antiguos respetaban tanto.