Esto es viejo, pero hoy lo encontré rebuscando, y pensaba que, sin tener nada que ver las circunstancias, me sentía así...
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El café con libros, el centro, me miro y no m reconozco, me ven y no me conocen, el traje, en lugar de mi ropa, les engaña, me confunde, la maleta me recuerda mi peculiar misión... tan ajena, tan extraña, que me aliena, que me convierte en actriz o payaso. Y recuerdo cada sueño, vago y difuso, que agarré con fuerza, quizás hasta hacerlo pedazos, quizás, solo quizás, estos sean los restos de la vida que imaginé. Y aún me pregunto delante del espejo si resistiré, o la máscara se adueñará de mi alma hasta desposeerme de aquello que era yo. Y aún me interrogo por las noches si es escalón, piedra o camino. Si es la estación que deseo que sea, o si la vida se me abalanzó cambiando jirones por sueños, cuando yo miraba para otro lado, seduciéndome como seducen las apariencias, con promesas de zanahorias para este caballo que galopa sin freno de emergencia, pero aún tengo derecho a veto, y al "que se pare el mundo, que yo me bajo".
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