Los ojos del amor,
se refleja con el día
nublado parcial, posibles chubascos,
ya que no ha pasado el momento sublime
donde el resplandor del sol,
el reflejo de la luna,
o la esperanza de una ansiada llegada
provoque una variación.
Mientras el cuerpo del amor,
se enfría y desvanece poco a poco,
porque no recibe una gota de esperanza,
además la ilusión pasó rauda,
no dio oportunidad de guardar un poco de ella,
es tanta la desesperanza que;
su alma la pide a gritos,
sus pis anhelan correr en su presencia,
y detener su andar,
para hacerse de ella.
Más, la ilusión del amor,
esta quieta e impávida,
es como si hubiese llegado el invierno,
llueve en el alma, en los ojos, en el corazón,
se inundan los pensamientos del amor,
se desvanece cualquier idea favorable,
es más,
no hay nada favorable ni positivo,
porque el amor hoy no está.
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